TC23 día 12 de mayo. Capítulos cerrados.

 

Hola amig@s.

Ayer 11 de mayo he podido cerrar ya tres capítulos importantes en la preparación de la TC23, casi vitales para la buena consecución de la misma en cuanto a los factores que de mí dependen.

Por un lado ya cerré definitivamente  el apartado energía.

Como bien sabéis, tan solo dos de las nueve noches que comprende este primer bloque de 10 etapas desde el puerto del Pontón hasta las Ubiñas, las pasaré en alojamientos hoteleros -en concreto: la 4ª en San Isidro- y la 8ª -en Pajares- por tanto tenía unas importantes carencias de energía para mantener “operativos” los dos teléfonos móviles que llevaré , no tanto ya la cámara fotográfica que con sus baterías aguanta de sobra los cuatro días y hasta el bloque completo de etapas. Ya os había comentado en otra entrada que disponía de una batería externa que he podido testar y cumple perfectamente su función dando con su energía acumulada, tres cargas completas al teléfono. Pues ayer, siguiendo los consejos que en su día me dieron tanto Dioni como Noemí -consejos basados en su experiencia en este terreno- me llegó el cargador solar que será el encargado durante el día de darle la carga necesaria a esa batería para que por la noche recargue ella los teléfonos. Tan solo 270 gr , con una potencia de 12 watios y una salida de 5 voltios y 2,5 amperios; resistente a golpes y lluvia y desplegable para poder llevarlo por fuera de la mochila y unas medidas desplegado de 308x387x1 milímetros.

El cargador solar y la batería externa, detrás, en el test que estoy realizando. hoy

En estos momentos estoy probándolo con un día nublado y de lluvia y la verdad es que se va portando habiendo cargado un 13% la batería externa en la última  hora, habiendo recibido luz solar directa menos de diez minutos.

 

Dentro de este apartado energético, también he cerrado lo referente a la alimentación con un hornillo/quemador Forclaz.  Básico pero creo que suficiente para prepararme las cenas y desayunos calientes. Casi no ocupa nada y tiene un peso de 85 gr. Voy a probarlo con una botella de gas de 178 ml que en teoría dura una hora (ya lo comprobaré) y una vez visto el resultado, si quedase corta, probaré con el siguiente formato de cartucho suficientemente pequeño aún para dejar en los depósitos de víveres.

El quemador y el cartucho de gas.

Y el último capítulo cerrado es el referente a la alimentación. Sergio me ha entregado ya la planificación nutricional para cada una de las etapas y por tanto ahora ya solo me resta, en el momento oportuno, hacer la compra; envasar y repartirlo según la planificación para los depósitos de víveres; enlatarlo y llevar las latas a su ubicación. Parece sencillo pero queda bastante trabajo en este aspecto si bien, el momento de llevar las latas a su lugar me servirá para hacer un último repaso al estado de los manantiales donde pasaré los vivacs.

Ejemplo nutricional para una de las etapas de la TC23

Pues esto es todo por hoy. Ya os contaré el resultado del cargador solar y en breve, espero tener nuevas noticias.

Hasta pronto.

Abrazu

PS. Escribo esto a las 20,15 de la tarde para contaros que el cargador solar ha cumplido las expectativas sobradamente. A las 13,00 horas, con cielo nublado lo abría con la batería externa conectada a uno de sus usb y una carga de 21%. A las 19,00 había cargado hasta el 73%. A esa hora, sale el sol y oriento las placas hacia él y en tan solo hora y diez minutos, la carga de la batería alcanzó el 100%.

Así pues, y a falta de comprobar tiempo de carga con un día soleado, muy contento con la elección.

La batería externa cargada sobre una de las placas del Sunslice Fusion Flex12

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