TC23 día 25 de mayo. Avanzando en paralelo a 25 días del inicio.

 

Hola amig@s.

A tan solo 25 días para el inicio de esta, para mí al menos gran aventura soñada desde hace más de 40 años, 

Collá Propinde con las Ubiñas al fondo. Final de la 7ª etapa de la TC23.

os cuento que a día de hoy poco queda ya por “engranar” en los preparativos previos y uno de los últimos puntos en el cronograma establecido es la compra y enlatado de los víveres a depositar en los puntos donde vivaquearé para evitar llevar más peso del necesario para cada día, según ya os había adelantado. En este aspecto, deciros que ya he cerrado el cuadrante correspondiente para tener un esquema claro a un solo vistazo y en lo que queda de esta semana compraré ya todos los alimentos necesarios para que durante la próxima puedan enlatarlos y así disponer de otros 10 días para poder ir a depositarlos con tranquilidad y pudiendo evitar días que se presenten “incómodos”.

Cuadrante de alimentos y latas en los que irán distribuidos

Pero no todo el trabajo que realizo durante estos días gira en torno al proyecto de la TC23. Hay numerosas cosas relacionadas con otros proyectos que estoy llevando a cabo paralelamente que requieren de una preparación previa también para que los días en que esté realizando las etapas de la TC23, no supongan una carga para mi esposa. Así, en lo que llevamos de esta semana, estuve preparando el sistema de riego por goteo en las dos pequeñas huertas que este año he preparado en el prao de casa. Una exclusivamente con 100 cebollas y la otra, ya más variada, con lechugas; tomates; pimientos; berenjenas; repollos; calabacines; coliflores; coles de Bruselas…  para que durante esos días, tan solo tenga que abrir el grifo de la conducción general y el sistema se encargue de procurar la hidratación necesaria a las plantas para que sigan con su crecimiento natural.

Imagen de las dos huertas con el sistema de riego por goteo ya instalado.

También he dedicado un mínimo de tiempo a degustar las comidas liofilizadas que voy a llevar para  utilizar algún día por comodidad a media mañana o como emergencia en el caso que algún depósito de los vivacs se deteriorase o fuese inutilizado por inclemencias o la acción de animales o personas. Nunca las había utilizado y desconocía tanto su preparación como su textura y sabor. En general, están bien. Prefiero sin duda alguna las cocinadas directamente pero para alguna comida están bien.

Comida liofilizada: Plato de arroz con pollo al curry, una vez hidratado y listo para comer.

Esto es todo por hoy. Os seguiré informando del día a día en próximas entradas.

Hasta pronto.

Abrazu.